"No es un hombre más que otro, si no hace más que otro."
"No se puede hacer esclavos a quienes Dios y la naturaleza hizo libres."
"La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres."
DON QUIJOTE VENCIDO POR EL CABALLERO DE LA BLANCA LUNA
–Vencido sois, caballero, y aun muerto, si no confesáis las condiciones de nuestro desafío.
Don Quijote, molido y aturdido, sin alzarse la visera, como si hablara dentro de una tumba, con voz debilitada y enferma, dijo:
–Dulcinea del Toboso es la más hermosa mujer del mundo, y yo el más desdichado caballero de la tierra, y no es bien que mi flaqueza defraude esta verdad. Aprieta, caballero, la lanza, y quítame la vida, pues me has quitado la honra.
EL SUEÑO IMPOSIBLE
No. Es su Privilegio:
soñar el sueño imposible,
luchar contra el enemigo invencible,
soportar el dolor insoportable,
correr hacia donde los valientes no se atreven.
Corregir los males incorregibles.
Amar lo claramente puro y casto,
seguir intentándolo incluso cuando tus brazos ya están demasiado cansados,
alcanzar la estrella inalcanzable.
Esta es mi búsqueda:
seguir aquella estrella,
no importa lo improbable que sea, ni lo lejos que esté,
luchar por lo que es justo,
sin duda ni pausa
Estar dispuesto a entrar en el mismo infierno, por una causa celestial.
Y sé que si me mantengo fiel a esta búsqueda gloriosa,
mi corazón estará tranquilo y en paz cuando vaya a descansar,
y que el mundo será mucho mejor al ver
que un hombre, aún despreciado y cubierto de heridas,
luchó con la última gota de su coraje para poder llegar a la estrella inalcanzable.
correr hacia donde los valientes no se atreven.
Corregir los males incorregibles.
Amar lo claramente puro y casto,
seguir intentándolo incluso cuando tus brazos ya están demasiado cansados,
alcanzar la estrella inalcanzable.
Esta es mi búsqueda:
seguir aquella estrella,
no importa lo improbable que sea, ni lo lejos que esté,
luchar por lo que es justo,
sin duda ni pausa
Estar dispuesto a entrar en el mismo infierno, por una causa celestial.
Y sé que si me mantengo fiel a esta búsqueda gloriosa,
mi corazón estará tranquilo y en paz cuando vaya a descansar,
y que el mundo será mucho mejor al ver
que un hombre, aún despreciado y cubierto de heridas,
luchó con la última gota de su coraje para poder llegar a la estrella inalcanzable.
(Joe Darlon) El hombre de la Mancha, 1972
Américo Castro: Cervantes, de cómico a filósofo
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